24/9/08

Un poquito de historia...



Antecedentes:
El origen de las microempresas en Argentina data de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando los inmigrantes, en su mayoría europeos, comenzaron actividades agrícolas, artesanales o comerciales. Luego de años de trabajo adaptaron sus pequeños emprendimientos, sus rudimentarias herramientas, su tecnología tradicional y su importante experiencia a la evolución tecnológica.
Luego de la crisis económica del año 30 se produjo un paulatino aumento del desempleo y de la precariedad de los empleos existentes que originaron gran cantidad de microemprendimientos.
En los últimos años se dió la mayor tasa de desempleo en el país por el aumento de la población económicamente activa, la influencia de la globalización, la evolución tecnológica que disminuyó la cantidad de puestos de trabajo, las políticas económicas restrictivas y la prolongación de la edad para que los trabajadores obtengan su jubilación. Ante esta situación surgen microemprendimientos para producir o comerciar como esperanza de progreso.
Los microemprendimientos son herramientas válidas para generar autoempleo o puestos de trabajo que mejoren el nivel de ingresos de algunos sectores que difícilmente tengan acceso a actividades comerciales o productivas muy avanzadas. Pero, aunque las microempresas son positivas para enfrentar el desempleo se debe tener en cuenta que aproximadamente el 40% terminan en fracasos por carecer de un proyecto bien realizado que demuestre con cierto grado de seguridad la factibilidad real.
Es muy importante que los planes de gobierno contemplen y estimulen el desarrollo de microempresas para que éstas puedan ser parte activa en las economías regionales y locales.

Clima para emprendedores:

Los microemprendimientos surgen en entornos donde hay necesidad de puestos de trabajo y de un ingreso más alto en los trabajadores, generalmente se dan en economías en crisis, con desempleo y alto porcentaje de pobreza.
Pero, es necesario reconocer que ninguna economía se levanta de la depresión si no lo hacen antes las personas que interactúan en ella.
Los microempresarios son personas con capacidad de aprovechar oportunidades de negocio, con autoconfianza para iniciarse en la autogestión empresarial, con la habilidad para analizar y apropiarse de conocimientos acerca de la realidad sociocultural, económica y geográfica de su entorno y una motivación que actúe como "fuerza" ante el desafío.
El perfil de un buen microemprendedor implica algo más que saber que cuenta con un buen proyecto, se necesita una persona responsable, capaz de asumir riesgos, creativa y conciente de que para obtener grandes resultados es necesario enfrentar pequeños fracasos.


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